Cuando practicar Reiki se te hace cuesta arriba

Así como un camino se hace paso a paso, nuestro viaje espiritual acompañado de Reiki (que no deja de ser también un camino), se compone de una práctica regular y diligente de pasos cotidianos sostenidos en el tiempo.

Todos sabemos que la práctica regular de Reiki ofrece enormes beneficios integrales. Sin embargo, de vez en cuando como practicante, puedes encontrarte con que practicar Reiki se te vuelve casi imposible.

Puede que sientas que el Reiki ha dejado de fluir, o sientes una tremenda inquietud, ya que te sientas a practicarlo y, sin embargo, no puedes hacerlo. Es casi como si tu cuerpo se resistiera, te entra el agobio.

Lo sé, esto que describo no es sólo una experiencia común entre nuevos practicantes, tras 22 años como reikiana, también yo lo he experimentado unas cuantas veces.

Un autotratamiento simple toma alrededor de una media hora y sigue un esquema tradicional de posiciones de trabajo sobre los chakras en un orden, de arriba a abajo. ¿Qué tal invertir este orden?… ¿o crear otro tipo de rutina? Muchas veces es sólo esto lo que hace falta para recuperar el ritmo.

Distracción, inquietud, incapacidad para practicar.

Es bastante común que las personas se concentren más en los chakras con los que comienzan a sanarse. Si sabes de cuál cojeas, obviamente le prestarás más atención. Y así, algunas personas se centran, por ejemplo, en el plexo solar o el chakra cardíaco por una temporada… esto, puede acabar siendo cómodo y hasta convertirse en una costumbre.

También puede ocurrir que dado que las indicaciones del autotratamiento suelen comenzar por los chakras superiores, muchos practicantes tienden más a centrarse en éstos, por lo que los chakras inferiores reciben menos atención. Esto es bastante fácil que ocurra, sobre todo si eres de los que se quedan dormidos tras los primeros minutos de práctica (mi caso).

Ahora bien, los chakras superiores ya están bastante cargados y estimulados por el tipo de vida que vivimos, y esta práctica desigual durante un período de tiempo provoca un desbalance, que conlleva más activación en los chakras superiores de la necesaria y menos en los inferiores.

Si eres sensible, entonces puedes comenzar a percibir una fuerte inquietud, (que es característica de la sobreabundancia de Reiki en cualquier parte del cuerpo), cuando comiences a tratar los chakras superiores una vez más, o aquellos en los que has venido enfocándote más.

En estos casos, invertir el orden del tratamiento funciona maravillosamente para recuperar el balance (empiezas a tratarte por los inferiores), y de este modo comienzas a atender los chakras privados de energía. Puedes comenzar incluso por los pies, o bien por el chakra raíz y avanzar hacia la coronilla.

En mi experiencia hasta ahora, no me he encontrado con alguien que tenga excesiva energía en el chakra raíz y poca energía en los chakras superiores, (lo contrario sí), porque como mencioné antes, nuestro estilo de vida ya mantiene éstos últimos bastante activados.

Dejar de sentir los efectos del Reiki

Esta es una experiencia bastante común para muchos canales de Reiki. Después de un período de práctica regular, las sensaciones percibidas del trabajo con la energía parecen desvanecerse.

En los niveles avanzados, uno podría incluso encontrar que Reiki no funciona para los propios deseos, y no encuentra resultados al enviar Reiki para mejorar la salud, las relaciones, el trabajo o cualquier otra área.

Al mismo tiempo, Reiki parece funcionar bien para sanar a otros, quienes además reportan resultados maravillosos.

Este período de “insensibilidad” es lo que se denomina fase de meseta. Cuando nuestros niveles de energía aumentan, es una experiencia maravillosa. Después de un punto, llega la meseta, donde la energía debe estabilizarse. Esta fase puede ser extremadamente aburrida, pero es importante, al igual que un árbol desarrolla raíces más fuertes cuando parece que ha dejado de florecer por completo o de que le crezcan nuevos brotes.

Si simplemente implica una estabilización de tu aura para que estés lista/o para el próximo salto energético, esta fase no debería durar más que unas semanas. Sin embargo, si dura más, es probable que tu cuerpo esté dedicando todas sus energías a disolver un bloqueo. En este caso, podría ser útil recibir alguna sintonización curativa o una re-sintonización de tu nivel de Reiki para agitar las cosas y acelerar el proceso.

Si tu proceso es diferente de lo que he mencionado, y quieres compartírmelo, déjame un comentario, me encantará leerte y orientarte de algún modo.

©Rita Páez – http://ReikiEnCastellon.com

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