La sanación es una mierda..

Este post lo escribí hace una pila de años en otra web que tuve dedicada a la sanación (como si no), a día de hoy lo recupero para este blog, ya que sus conceptos siguen aún vigentes. Disfrútenlo :-)

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Tengo una reflexión que quiero compartir con ustedes, me ha surgido hoy el recuerdo a raíz de una conversación con una persona a la que estuve haciendo tratamientos de Reiki, y me parece exquisita como tema de post. Siempre enseño esta teoría en mis cursos, dado que todos versan sobre la sanación a nivel energético, su nombre es un poco “heavy” pero es el que mejor encuentro para definirlo (también me valgo del impacto que causa soltar esa vulgaridad en medio de la clase :-), es la singular y nunca bien ponderada, “Teoría de la Mierda”.

Sucede que cuando emprendemos la sanación energética (sea con Reiki, con el uso de las piedras, lo chamánico, por poner ejemplos), siempre cabe la posibilidad de que viejos materiales interiores surjan a la superficie de nuestra conciencia: recuerdos indeseables, emociones desagradables, antiguos dolores e historias, malestares, etc. Afloran a nuestra conciencia como testigos mudos (o gritones) de lo que hemos venido manteniendo en nuestro fuero interno. Se le suele llamar a este período, CRISIS CURATIVA. Algunos lo pasan francamente mal viéndoselas con esos desagradables espectros interiores y preferirían no haber iniciado nunca el camino de la sanación. Craso error. Si no hay nada como pasarnos la mopa al interior y deslastrarnos de lo que nos ensucia! De eso se trata la SANACION ESENCIAL… lo demás es estreñimiento emocional pertinaz.

Yo digo a todos que me permito ver o padecer estos aspectos resacosos por espacio de 72 horas (contra reloj), no más….! y lo recomiendo, es el mismo tiempo que pasó Jesús en los infiernos hasta resucitar de entre los muertos, no?. Si es que tiene toda lógica. No necesitamos más para resucitar de nuestras periódicas “muertes psíquicas”. Prolongarlo más regodeándose en las miserias, día tras día, semana tras semana y aún años! es la más brutal pérdida de energía, de tiempo, y de Divinidad que he visto… es enfermizo, patético, inútil y contraproducente. Estamos mirando los desechos de nuestro ego como si fueran realmente algo valioso, digno de admiración y respeto… huelen que apestan, y sin embargo, los contemplamos como tesoros… “oh! mi rabia!, oh! mis miedos!, la trastada que me hizo ese malnacido de mi ex… parece que todavía me queda taaanto por sanar” (oigo enfoques lastimeros como estos y más por el estilo todo el tiempo), cuando lo único REALMENTE de valor y digno de HONRAR es nuestra ESENCIA verdadera, luminosa, infinita e inmutable. Es lo mismo que cagar y no tirar de la cadena, sino quedarse mirando, admirando las cacas y tejiendo historias acerca del posible origen de la mierda en el WC, de si vino por nuestros miedos, carencias, nuestra historia familiar, el batiburrillo que nos comimos en la infancia (literal y metafóricamente), etc.

¿Le encuentran algún sentido digno?

Yo paso…

Mi sugerencia: enfócate en lo que es importante. Todos tenemos mierda encima (literal y energéticamente), desechamos la primera y no nos preocupamos más de ella, hagamos lo mismo con la segunda, darle más vueltas a las cacas internas es completamente inútil. Cuando te enfocas constantemente en lo que es un desecho de energía, te quedas sin recursos internos (y sin energías para remontar), ya que donde miras hay lo que tildas como un “error” (no, es un desecho), no tiene potencial, es energía tóxica, muerta, remanente… Nada útil puedes hacer con ella (o si, pero ese es tema de otro post que les compartiré luego). Ni siquiera insistir en su origen te confortará, aunque me valgo del símil, es obvio que está en lo que te “comiste”.. lo que por lo general ocurre en tu mente, supongo que de allí vienen las manidas frases “me como la cabeza”, o me hago una “comida de bola”, “me como el tarro”, “le doy vueltas”, una “paja mental”. Tenemos muchos adjetivos y metáforas para estos traumáticos y enajenantes procesos.

He llegado a la conclusión personal de que regodearse es absurdo. Si queremos defecar distinto, regular el tránsito intestinal y tener buenas digestiones, por lo general, elegimos alimentos mejores y más sanos y nutritivos. Podemos hacer lo mismo con el material que introducimos a nuestra mente, hay que alimentarnos distinto, tan sencillo como eso..

Existe un principio RECTOR (tiene guasa, al hilo del tema) compartido por el chamanismo, la metafísica, la física cuántica, la ciencia de la mente y muchas otras filosofías: “Todo aquello en lo que te enfocas, aumentaAAA”. Mientras sigas enfocada/o en la mierda, sólo verás más y más mierda a tu alrededor, ya no sólo en tí, sino en los otros y donde quiera que veas, el mundo, la Tierra, la humanidad…

Hay otra realidad ocurriendo simultáneamente en medio de tus devaneos mentales, pero no eres testigo de ella por falta de enfoque, estás distraída/o. Atestiguarla no requiere mayor esfuerzo, es tan sencillo como observarla: cuenta tus dones, describe las bendiciones de tu vida, practica la APRECIACIÓN… y verás qué pronto se reequilibra tu visión.

Paséate por tu casa y admira la belleza, calidez o comodidad de donde habitas, los colores, la energía de las estancias. Observa el privilegio de convivir en pareja, un hombre o mujer no perfectos, pero si normales, o la fantástica oportunidad de estar sola/o y disfrutarte plenamente.

Mira a tus bellas creaciones hijos, nunca más estarán en esta misma edad, sólo tienes este momento para disfrutarles y es ahora. Si no tienes hijos, mira si puedes brindar ese afecto a otros niños ajenos, sobrinos, mascotas, o seres humanos… tienes tanto para dar.

¿Tienes a tus padres con vida? ¡qué privilegio! algún día ya no estarán… vívelos. ¿No los tienes? Puedes ser agradecida/o de haberlos tenido y de todo lo bueno (y aún lo malo) que te inculcaron. Existes porque te dieron la vida. Bendícelos. Hónralos.

¿Y tienes amigos? pocos o muchos, da igual, si son buenos… los “malos”, también te enseñan, son por ende, buenos.

¿Tienes un trabajo, que mal que bien, mantiene tu estilo de vida, te provee de comida, cubre tus necesidades, sostiene a tus hijos? ¡grandioso! ¿No lo tienes? ¿Qué puedes hacer en este tiempo de vacío para llenarlo de cosas nuevas que te enriquezcan en otros aspectos? ¿Qué tal hacer de la búsqueda o creación de un empleo un “viaje del héroe” en vez de una horrorosa fábula de impotente autoconmiseración?

¿Tienes agua corriente en casa, comida en la nevera, calefacción o chimenea, quizá aire acondicionado o ventilador, ¡aire fresco!, para que la temperatura siempre sea agradable?, ¿luz eléctrica, ordenador, libros, entretenimiento?

¿Y el planeta? ¿has visto en el paraíso que vives? ¿tanta abundancia y diversidad de paisajes, criaturas, climas, culturas, colores y tradiciones?

Tienes más salud que enfermedad, más plenitud que vacío, hay más belleza que fealdad a tu alrededor, hay más amor que odio, más bienestar en abundancia, tienes una vida bendecida… y motivos más que suficientes para estar feliz.

Deja de enfocarte en lo que va mal (si no es que tienes una solución verdadera para transformarlo) y pronto todo desparecerá. Enfócate en tus bendiciones y en cultivarlas cada día con esmero, y aumentarán, cuida tu energía, tus pensamientos, HAZTE FELIZ, requiere exactamente el mismo esfuerzo que hacerte sentir mal, sólo que en dirección contraria. Experiméntalo…. luego me cuentas.