
Sé que la vida tiene muchos matices y asuntos de cal y de arena, que el dolor, el conflicto y los problemas nos visitan de vez en cuando, del mismo modo que lo hacen la alegría, las sorpresas, el amor y el contento. Lo que pasa es que no sé por qué oscura razón (o si que lo sé, pero no quiero desviar el foco de este artículo), existe una tendencia generalizada en nuestra mente a llevar la atención más tiempo en lo que parece ir mal y con ello generar toda una serie de pensamientos negativos y ánimo pesimista. Seguir leyendo









Para quienes practican Reiki, existe un método estupendo de trabajo ayudándonos de una punta de cristal de cuarzo, para resolver pequeñas erupciones, heridas o verrugas localizadas en la piel.


Entre la variada gama de alternativas de las que disponemos para liberar emociones, se encuentra el Reiki como un método sencillo y eficaz para ayudarnos a gestionarlas adecuadamente.

Todos hemos oído alguna vez hablar del efecto de una guitarra cuando una de sus cuerdas vibra, otras guitarras que pueda haber en la misma habitación empezarán a vibrar también sin que nadie las toque. Al estar sintonizadas en la misma frecuencia vibratoria absorberán la energía acústica de la primera de modo que empezarán a sonar, esto se llamaría resonancia.
Es frecuente cuando trabajamos con Reiki que aspectos de nuestro interior de los que no éramos conscientes comiencen a florecer en forma de inquietud, ansiedad, incomodidad, sensación de no sentirse pleno, algo triste quizá, etc., pero que puede que sea tan sutil que no reparemos en que algo interior se está removiendo, pudiéndolo asociar a un simple momento, pasajero, que todos tenemos hagamos Reiki o no. 




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